Con los colorantes azules y verdes no hay ningún problema, ya que no contienen pigmentos férricos.

Los colorantes marrones contienen una pequeña cantidad de hierro que podría provocar un leve aumento de temperatura a nivel del ojo, sin consecuencias. Si trabaja en un ambiente donde existan campos magnéticos debe de indicarlo al cirujano para que este elija el pigmento más adecuado para su caso.